VÍA LÁCTEA (MINI FICCIÓN)

No alcanzaban las paredes de plástico para evitar que me tocara el aire frío. Al principio, ilusamente, pensé que moriría congelado en este abismo metálico. Nadie me advirtió de nada. Sabía que pronto vendría el día en que me apretujarían en una masa larga y flaca. Fuera de eso nadie me advirtió de nada.

Pronto llegó el día, pero jamás llego ninguna masa de maíz ni de harina. Fui puesto en un abismo metálico más pequeño y comencé a dar vueltas. Así descendí al infierno, incendiado entre sus llamas. Más vueltas, más calor que me perforaba el cuerpo y más vértebras distendidas por todos lados. Nunca volvería a ser una lámina láctea fría. Me convertí en una masa viscosa que hervía.

Al día siguiente encontraron mis restos aún pegados en un plato. Algunos dicen que morí en una explosión, otros dicen que morí incendiado y otros dicen que me nombraron fondue express.